Después de una breve pausa, les traemos otro de los artículos que se centran en los mejores porteros de todos los tiempos. Esta vez nos dirigimos al este, a la ya desaparecida Unión Soviética, para echar un vistazo a la carrera del que probablemente sea el mejor portero de la historia: Lev Yashin.
Un comienzo tardío
Nacido en Moscú en octubre de 1929, Lev comenzó a jugar al fútbol de manera inusualmente tardía. Como adolescente, trabajaba en fábricas de guerra, donde durante los descansos jugaba al fútbol con sus compañeros en un pequeño campo detrás de la fábrica. Fue allí donde lo notaron personas del Dynamo de Moscú. En ese momento, tenía 18 años. Lev pasó por el equipo juvenil y no jugó con los mayores hasta 1950, es decir, a los 20 años. Sin embargo, su primer partido no le salió bien, por lo que tuvo que esperar tres años más para tener otra oportunidad de demostrar su calidad. Mientras tanto, el portero ruso también se dedicó a otros deportes, especialmente al hockey. Jugó desde 1945, también como portero. A pesar de que en el hockey tenía más espacio para jugar, decidió finalmente priorizar el fútbol.
“¿Qué portero no se siente frustrado por un gol encajado? ¡Debe experimentar un verdadero tormento! Y si no es así, significa el final. Sin importar lo que haya vivido antes, no es digno de un futuro.”
Lev Yashin
La Araña Negra
El cambio llegó en los años 1953/54. En ese momento, Yashin fue impulsado por su rival de equipo Valter Sanaya, quien al inicio de la temporada era claramente el número uno, pero a lo largo del año perdió su puesto en la portería y Lev entró en juego. Gracias a sus excelentes actuaciones, Lev aseguró su lugar en el once titular para la próxima temporada, lo que obligó a Sanaya a transferirse. Quizás fue precisamente la transferencia de su mayor rival en la vida lo que contribuyó a que Lev mejorara aún más como portero. Durante este período, comenzaron a llamarlo “La Araña Negra” debido a su agresividad, velocidad, reflejos y anticipación. El Dynamo tuvo un gran éxito esa temporada, principalmente gracias a dos figuras del equipo: Vladimir Ilyin, quien anotó 11 goles en la liga y ganó así la bota de oro, y Lev Yashin, quien solo recibió 20 goles en competiciones, lo que permitió al Dynamo de Moscú presumir de la mejor defensa del año. Así, Lev recibió su primer título como el mejor portero de toda la Unión Soviética.
El rey titulado
Sin embargo, se inscribió en los anales mundiales en 1958, cuando viajó al Mundial en Suecia. Aquí, en la fase de grupos, evitó una humillante derrota en un increíble partido contra los canarios brasileños, ya que el número de goles encajados se detuvo en dos. La Unión Soviética finalmente llegó a los cuartos de final, donde fue eliminada por el equipo local. Dos años después, viajó con la selección nacional a Francia para participar en el primer campeonato europeo. La Unión Soviética atravesó todo el torneo como un cuchillo a través de la mantequilla, y así Lev Yashin se convirtió en el primer campeón de Europa. En 1962, en el Mundial de Chile, nuevamente llegó a los cuartos de final con los colores de la URSS, donde fue eliminado otra vez por el equipo local. Este campeonato no fue muy exitoso para Lev, ya que en el partido contra Colombia dejó pasar varios goles innecesarios. Entre ellos se encuentra el único gol en la historia anotado directamente de un tiro de esquina en un Mundial. A pesar de estos fracasos, continuó teniendo éxito en el ámbito de clubes. Con el Dynamo, logró ganar la liga en 1955, 1957, 1959 y 1963. En esta última temporada, logró obtener el premio Balón de Oro, convirtiéndose en el único portero que puede presumir de este título hasta el día de hoy. En 1966, luchó por otro título de campeón del mundo en Inglaterra, llegando esta vez a las semifinales, donde los soviéticos fueron eliminados por los alemanes occidentales. Terminó su carrera profesional en 1970, pero a pesar de eso, no se alejó completamente del mundo del fútbol; pasó el resto de su vida en la dirección del Dynamo de Moscú, donde trabajó hasta su muerte en 1990.
